Las ENCAMISADAS y la transmisión de órdenes.

 EL ORIGEN DEL TAMBOR MILITAR EN ESPAÑA: ENCAMISADAS


Cuando sonaban los palillos, en vez de las cajas...


Entre las tácticas de combate de la Infantería de la Monarquía Hispana desde principios del siglo XVI tenemos la denominada Encamisada. 

Una definición que nos deja entrever en qué consistía nos la da Covarrubias en 1611, en su Tesoro de la lengua Castellana, o Española:






Así, ya tenemos las encamisadas en acción en la campaña de Italia que culmina con la batalla de Pavía, como la que Juan de Urbina dio  al francés en 1523.  


Otra encamisada fue la del Marqués de Pescara del trece de enero de 1524 en la que mandó a más de 3000 españoles.





En esta otra encamisada del Marqués de Pescara con 500 hombres tuvieron tanto éxito que pudieron dar un Santiago:




De la misma manera, en la Batalla de Pavía (24 febrero 1525) parte de las tropas españolas llevaban camisa encima de la armadura, como podemos ver en esta imagen, descrita en el texto, y que superpone diversos hechos acaecidos en esa batalla:


       Batalla de Pavía, cuadro anónimo Flamenco del siglo XVI, detalle. Fuente: Wikipedia






¿Y qué relación pueden tener las encamisadas con los tambores y sus toques? 
En una encamisada nocturna las órdenes las daban los atambores, esto es, los que tocaban el atambor, pero no haciendo sonar las cajas (entiéndase el instrumento)  sino los palillos[1] con los que se tocan habitualmente las cajas, golpeándolos uno con otro. En vez de prestar oído al parche, los soldados prestaban oído al sonido de la madera del entrechoque de los palillos para enterarse de la orden que se transmitía. 
Evidentemente, este entrechocar de palillos suena muchísimo menos que  cuando estos golpean al parche; además, produce sonidos sordos  y secos en una frecuencia aguda, muy clara de escuchar en una distancia corta y que, por sonar en frecuencia aguda, se pierde enseguida en la distancia. Así, el atambor hacía su toque, pero con un timbre y volumen que quedaba perfectamente enmascarado para el enemigo, haciendo honor a la propia naturaleza de la Encamisada (sigilo máximo). 

Como leemos en el texto original, se prescindían de las cajas: sólo iban los atambores con sus palillos:


Darles orden y que se pongan camisas sobre las armas

“Y aquella noche à la hora de las nueve andarían los ATAMBORES   SIN

 las CAXAS, sino SOLO CON los PALILLOS, tocando por los quarteles, 

para que todos se armassen, y con camisas encima de las armas y 

vestidos, saliessen a ponerse en los escuadrones”...



Esta práctica PALILLERA en la actualidad ha quedado viva en  algunas tradiciones populares donde se emplean tambores, como por ejemplo la de Yecla de la Fiesta de la Virgen del 8 de diciembre. Igualmente, conforme declinaba su original uso militar, las tradiciones populares asumían como suyas estas práctica, quedando restos en algunas tradiciones de tambor vinculados a las celebraciones de la Semana Santa Católica.

 Igualmentealgunas músicas ordenanzas de tambores del pasado se conservaron en este tipo de tradiciones populares, pero esto lo veremos en otro artículo.


¿Cómo pudieron sonar esas órdenes dadas en el repiqueteo de la madera de los palillos? Vamos a intentar reconstruirlo viendo en vídeo que se ha incluido en esta publicación.




[1]  Fray Prudencio de Sandoval (1551- 1620) Historia de la vida y obra del Emperador Carlos V, Parte I.  Juan de Urbina: libro XI cap.  21, pp. 433; Dar un Santiago, libro XII, cap. 7 pp. 455; Marqués de Pescara: libro XI, cap.21, pp. 437; Palillos: libro XII, cap. 24, pp. 469. Batalla de Pavía, libro XII, cap,25, pp. 471.


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