Gonzalo de Ayora y la nueva ordenanza a la suiza: persistencia de su reforma a la manera suiza que llega hasta hoy.

 EL TAMBOR A PRINCIOS DEL SIGLO XV: GONZALO DE AYORA Y LA ORDENANZA A LA SUIZA


Lo que queda del denodado esfuerzo de Gonzalo de Ayora, restos dispersos de  antiguas ordenanzas a la suiza que él introdujo en la Infantería de las Coronas de los Reinos de España. Un militar excepcional que cayó en desgracia por Comunero.


Debemos al capitán Gonzalo de Ayora (1466- 1538) la introducción  del pelear con ordenanza. De acuerdo a las fuentes contemporáneas este inteligente y leído hombre, experimentado en las letras y armas, había estado algunos años en Italia, Francia y Alemania, siguiendo los ejércitos de armas de guerra. Fue el primero en España que vio y entendió la ventaja que tenía el ejercito bien ordenado, aunque fuese de poco número, al de la muchedumbre, confuso: por este motivo deseó introducir en España lo que suizos y alemanes usan en la guerra, y así lo propuso a los Católicos Reyes.



Así, en las de las guerras del Rosellón, escribe Gonzalo de Ayora a Fernando el Católico comentándole que intente contratar a los suizos[1] o, en su defecto, introducir lo que suizos y alemanes usan en la guerra, esto es, la ordenada disciplina. En esta los tambores y pífanos tienen un destacado papel: las órdenes fluyen de manera mucho más natural y permiten, también, movimientos tácticos. Por Ejemplo, en la carta III del 21 de septiembre de 1503 al Rey Don Fernando, y en la campaña de Narbona, dice G. de Ayora que el Duque Don Sancho primo del rey dispuso “Peones tan ordenados como si puramente fueren suizos”, a diferencia de las tácticas desordenadas medievales. Sin embargo, la presión del Duque de Alba por luchar a la manera antigua no le permitió desarrollar estas nuevas tácticas suizas de la disciplina de la guerra ordenada.

Muy interesante también es la carta de Ayora a Fernando el Católico, ya viudo por aquellas fechas, escrita en la campaña del norte de África, desembarco de Mazalquivir en septiembre de 1505; nos aportan datos muy interesantes. Por ejemplo, Ayora cita a peones (soldados) del Reino de Murcia, que destacaban por su “reciura, silencio y orden”, así como por su ordenanza, eligiendo al “Hombre de Campo”, especialmente útil para las operaciones militares que se llevaban a cabo en las costas del Magreb, porque los que eran de esta condición dominaban las tácticas y ardides de guerra, celadas, formas de vigilancia y conocimiento de la tierra en la antigua frontera de Granada, especialmente en las zonas de Murcia y Jaén, de donde procedían la mayor parte, y eran capaces de aplicarlas en otros espacios comparables, como ya se había demostrado en el Rosellón durante las guerras de 1495 y 1503[2].

Fortaleza de Salsas, Construida por los Reyes Católicos Fernando II de Aragón e Isabel de Castilla entre 1497 y 1503, la fortaleza de Salses representa la quintaesencia de la arquitectura militar de la última edad: un plan en rectángulo régular, muros bajos  y  Defensas gruesas y avanzadas, un sistema complejo en curvas, chicanas, trampas y galerías, sin ordenador, un segundo nivel de defensa y un torreón fortificado. La fortaleza es un ejemplo de esta arquitectura de transición, entre el castillo medieval y la fortificación bastionada Allí lucharon las milicias de Yeste, como leemos:



Esa misma información sobre la participación de murcianos y jienenses de arriba  la hemos encontrado contrastada en la Relación Topográfica nº 46 de Yeste (Albacete), donde se dice bien claro que

Tiene (Yeste) otro privilegio que quando por mandado de su magestad sean llamados para alguna guerra, vayan devaxo de su vandera, que la tienen, y no de otra, nunca jamás se le an echado bagajes para ninguna cosa, y esto se les ha guardado avnque de su voluntad este pueblo a ynviado a su costa y devaxo de su vandera mucha gente, espeçialmente a la Perpiñán y a la de Salsas[3], en tiempo de los Reyes Catolicos.. y a la de Andarax a a la de Toledo, en favor del prior de San Juan, devaxo de su vandera, co esta dicho, y a u propia costa, y a todos se dava livrea de verde…” [4]


Este pelear ordenado tuvo su evidente resultado en la toma de Orán y Mazalquivir por parte de las tropas del rey Fernando. De hecho, ya podemos ver los tambores en una pintura casi contemporánea conservada en la capilla Mozárabe del Cardenal Cisneros en Toledo. Conquista de Orán de 1509, Juan de Borgoña, pintado en 1514 en la Capilla del Cardenal Cisneros. Detalle con los tambores, uno a la izda del caballo, y otro arriba bajo la bandera que porta el alférez

 

A este respecto debemos decir que previamente el Rey Fernando había emitido una Real Cédula de 16 de enero de 1503 en la que, ante la amenaza de los preparativos bélicos del rey francés, hizo un llamamiento a las ciudades en demanda de tropas de infantería, exigiendo el Rey que se repartieran en distintos elementos especializados e imponía el modelo suizo. Desde entonces, en el ejército real se consideran separadamente las armas de fuego (espingarderos), de impacto (lanceros, piqueros) y de tiro (ballesteros). Desde ese año de 1503 aparece en la contabilidad militar la palabra ynfante, pensamos que la traducción del término suizo Reisläufer, como nueva denominación de los peones, si bien todavía peón o peones se sigue usando.

Un ejemplo de esta recién creada institución se puede ver en este documento conservado en Simancas A la ciudad de Santo Domingo de la Calzada, en el repartimiento para el nuevo ejército real, Cédula de 16 de junio de 1503:

trescientos peones por esta ciudad y por todas las villas y lugares… y los doscientos de los dichos peones para que estén armados con picas aceradas y enteras armaduras a la suiza y los otros cien peones ballesteros anden con ballestas recias de cuatro libras cada una y con poleas de cuatro ruedas y cada uno con su peto y caxquete y espada y puñal y su carcax con veinte y cuatro tiros acerados que sean personas que sepan de la ballesta y la hayan usado”. [5]



 Armaduras y picas suizas, modelo de armas que introduce el rey Fernando en 1503, junto a los atambores y pífanos, en la Infantería. En el dibujo, Crónica Spiezer Schilling, Berna 1480. Vemos que los suizos también utilizan la corneta curva asociada al atambor. Fuente: Wikipedia.





Siguiendo cronológicamente nuestro estudio, es entre 1504 y 1505 cuando Fernando el Católico crea para su protección personal la Guardia de Alabarderos (hoy, Guardia Real) y reorganiza las tácticas de a pie de los Peones (soldados). Confía la tarea al ya citado capitán, Gonzalo de Ayora, experto militar que había estado bajo las órdenes del Duque de Milán, Ludovico Sforza. Eran sus alabarderos tan disciplinados en el manejo de alabardas, picas y puñales que no necesitaban ayuda de pífano ni caxa, como en una demostración pública que hizo en Medina del Campo en 1505

iva con esos nuevos soldados por esas calles, llevándolos en proçesión en dos alas e sacávalos al campo e emponíalos en el juego de las picas, e bolvíase al pueblo, e iban delante del con sus capas e espadas e puñales de la manera que dicha es, e sin pífano ni atambor. Después mostrólos a traer halabardas… e se eligieron cabos de escuadras…”[6].


Armadura de principios del siglo XVI. Perteneció a la Casa de Sátago, Condado de Alcubierre, concedido por el rey Fernando en 1511.

Se les dio librea (uniforme) “en cuerpo con sayos medio colorados, medio blancos e cincuenta de a caballo”. Eso no significa que no hubiera ni pífano ni atambor (o caxa), ya que en una hoja de pagos de esta misma guaria de alabarderos de enero a marzo de 1506 

 “Slibra a Domingo de Catania, pífano, desde primero de enero deste dicho / año hasta siete de março que fue despedido por non estar para / servir, ale de ser librado a rason de otros / trese mil e quinientos maravedis por año./ A Peti Juan, atambor le ha de ser li / brado desde primero de enero hasta el dicho / dia postrero de febrero al dicho pre / çio de trese mil e quinientos maravedis por año. / (Nota al margen izquierdo) Este Peti Juan se despydió a XXII de abril.[H]a de ser librado fasta el dicho día (Rúbricas de Ayora y San Román)”[7]

Esta guardia de Alabarderos alternaría con la Tudesca o alemana a partir de 1516, cuando trae la suya el Rey Carlos I a España desde Flandes.

¿Qué quedadel recuerdo de este capitán que tanto influyó en la configuración de la Infantería al darse cuenta de la disciplina de la ordenanza suiza hoy en día?

Decir que en las guerras de las Comunidades se rebeló contra el rey Carlos y fue condenado a muerte. Sin embargo, logró exiliarse a Portugal y allí murió en 1538. Por eso su figura es poco conocida y está totalmente eclipsada por su contemporáneo, el Gran Capitán, al que dedicaremos otra entrada en este blog.

Sin embargo, si consultamos el diccionario de la RAE de 2025, en la entrada de suizo, hay hasta cuatro acepciones que recuerdan directa o indirectamente esta preocupación, hoy olvidada, de Gonzalo de Ayora:

3. Hombre que formaba parte de la suiza (soldadesca festiva de a pie)

6. Soldado de infantería.

9. Antigua diversión militar, recuerdo de las costumbres caballerescas de la Edad Madia, o imitación de simulacros y ejercicios bélicos.

10. Soldadesca festiva de a pie, armada y vestida a semejanza de los antiguos tercios de infantería, que organizaban las justicias de los pueblos para que alardeasen en ciertos regocijos públicos.

 

 

 Hasta ese extremo pervive su afán por introducir en su monarquía de los Católicos Reyes la disciplinada ordenanza a la suiza, incluidos tambores. De hecho, en el vídeo de arriba con el que introducimos este artículo hemos podido ver un par de toques de ordenanza suizos que son casi idénticos a un toque conservado en Hellín en su tamborada, conocido como ”Racataplán”.  También se nos ha conservado en el alarde de Yecla del 8 de diciembre, ahora en el contexto de una fiesta religiosa, que lo recogió y lo hizo suyo al caer en desuso. Y en Yecla se llama “Toque de armas”.

 


ANEXO I

Epilogo de algunas cosas dignas de Memoria pertenecientes a la ilustre e muy magnifica Ciudad de Avila del Rey y Muchas hystorias dignas de ser sabidas que estauan ocultas, por el capitán Gonzalo de Ayora, cronista de los Reyes católicos (1519). En la reedición (2ª edición) de Antonio del Riego. Madrid 1851

 

De vuelta del Rosellon, en 1504, Gonzalo de Ayora fué nombrado capitán de la guardia del Rey con el encargo de organizaría según la nueva táctica. Trasladaremos lo que acerca de este particular dice el cronista Gonzalo Fernandez de Oviedo (Estado de la casa del principe don Juan. MS. de la biblioteca nacional).

«Después que la Católica Reyna doña Isabel passó desta vida en Medina del Campo, año de 1504, quedó el Rey Católico por gobernador de los Reynos de Castilla é de León, é acordó de tomar guarda de halabarderos para su persona, é hizo su capitán della á Gonzalo de Ayora, su conmista, hombre diestro en las armas, é perfecto Soldado, é de buenas cualidades é partes, hombre hijodalgo, é natural de Córdova, docto é buen poeta, é orador, el qual en Italia avia un tienpo cursado en servicio del señor Ludovico Sforza, duque de Milán, que perdió aquel estado. Esta guarda se principió en 50 alabarderos, fos quales allegó é juntó Gonzalo de Ayora, tomándolos de las espuelas de mozos cortesanos; é como era cossa uueva é aun no la entendían en esos principios , parecía cosa de burla á los que le veian ir con esos nuevos soldados por las calles en procesión de dos alas, é sacábalos al canpo é inponíalos en saberse juntar, é formar esquadron, é en el juego de las picas, é bolbíase al pueblo, é ivan delante del con sus capas é espadas é puñales de la manera que dicho es, sin pífaro ni atambor: después mostrólos á traer el alabarda, é como les fue dada librea, é acudieron algunos soldados pláticos de Italia, que fueron á buen tienpo acojidos, fueron causa de ser mas aina diestros los novicios, é se eligieron cabos de esquadras, é diéronles sus tres ducados de paga al'mes á los soldados , é acrecentóse el número de la guarda hasta ciento, é dieseles á los cabos de esquadras sus ventajas, é al alférez é compañeros de la vandera sus mejorías  ….”

 

ANEXO II

1504:  Historia de la antigüedad y nobleza de la ciudad de Palencia, Biblioteca Nacional (1 E. G. cod. 80, folio 255 v)

«No se debe olvidar lo que se sigue, por haber sido cosa nueva y honrosa, y fue asi : Que en principio del año pasado de 1504, siendo viva la Catolica, Reina Doña Isabel, un caballero natural de Cordoba, llamado Gonzalo de Ayora, varon muy leido y asaz experimentado en las letras y armas, habiendo estado algunos años en Italia, Francia y Alemania, siguiendo los ejércitos de armas de guerra, vio y entendio la ventaja que tenia el ejercito bien ordenado, aunque fuese de poco numero, al de la muchedumbre, confuso : á cuya causa deseó introducir en España lo que suizos y alemanes usan en la guerra, y as¡ lo propuso á los Catolicos Reyes, cuya bondad y celo de mejorar en todo estos reinos hizo que lo pusiesen en consulta . Y aunque tuvo contradicion, como todas las cosas semejantes la suelen tener, acordaron de hacer ensayo dello, y as¡ se lo mandaron al dicho Gonzalo de Ayora, el cual hizo muestra en Medina del Campa. Y pareció tan bien, que por ello y porque tambien avisó á SS . AA. del recaudo que los reyes extraños traian en sus personas, aunque importaba harto á su seguridad, mucho mas á su autoridad, le hicieron su capitan de la guarda, que fue el primero que hubo en Castilla, por haber sido el primero que introdujo en ella el pelear con ordenanza, en la cual se demostró bien evidente en la toma de Oran y Mazarquivir, donde el mismo inventor fue por coronel con el alcaide de los Donceles y cardenal D. Fr. Francisco Jimenez, que fueron generales en las dos jornadas, y las vencieron, como adelante en su lugar se dirá : He querido hacer mencion de este caballero, as¡ por haber traido á España dos cosas tan nuevas y tan honradas, como por ser tan señalado en armas y letras, que, juntamente con el oficio de capitan de la guarda y coronel, fue cronista de las Catolicas Majestades ; y porque casó en esta ciudad con una señora muy honrada, y ella y sus deudos son de los antiguos que en ella hay ; y as¡ su hijo y descendientes tienen en la dicha ciudad harto honrado asiento y honesta pasada».

(c) Antonio del Carmen López Martí

[1]Gonzalo de Ayora, Carta Segunda al Señor Miguel Pérez de Almazan, Secretario de SS. AA. y del su muy Alto Consejo, pp. 15. Perpiñán 19 de septiembre de 1503. CARTAS DE GONZALO AYORA, CRONISTA DE LOS REYES CATÓLICOS. Madrid, en la imprenta de Sancha 1794.

[2] Ladero Quesada, La toma de Nápoles y Mazalquivir julio de 1505- junio 1506. En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224

[3] Guerra del Rosellón (1503)

[4] Valdelvira González, Gregorio y varios.  Pueblos de la provincia de Albacete en las Relaciones Topográficas de Felipe II. Instituto de Estudios Albacetenses. Diputación de Albacete. 2014. Pp. 278

 

[7] Pp. 365 de la nota cifrada arriba.