Los primeros tambores españoles en América (siglo XV y principios del XVI)

 

EL TAMBOR EN EL NUEVO MUNDO EN EL SIGLO XV  Y PRINCIPIOS DEL XVI.




Tenemos documentada la presencia de atambores y pífanos en el Nuevo Mundo desde prácticamente la llegada de Colón. 

Francisco López de Gómara ya nos ilustra con la presencia de un atambor y pífano para celebrar una de las llegadas de Colón de las Américas, como podemos observar en este grabado:


Capítulo XVI del Primer Tomo de la Historia de las indias occidentales, 1552. Francisco López de Gómara.

 Ya en 1494 nos dice Antonio de Herrera sobre Colón:

"salió, pues, con las vanderas tendidas, i hechos sus escuadrones, tocando caxas (tambores), i trompetas; i de ña misma manera, para ganar opinión  con los indios, entraba i salia de los pueblos, los quales, asi de esto, como de ver los caballos, estaban atonitos. Partio de la Isabela á doce de março, dexando en el govierno de la ciudad á su hermano D. Diego Colón" Década I, Libro II, cap. XI, pp. 65. 

Este mismo autor,  Antonio de Herrera, ya nos dice que en 1497 

"Llegados à bordo , tocaron los marineros vn Tamborino ,   i Flauta , i otros instrumentos con que mucho los Indios se alegraron".   Década I, Libro III cap. VI pp. 91



Fuente: HISTORIA GENERAL DE LOS HECHOS DELOS CASTELLANOS EN LAS ISLAS I TIERRA FIRME DEL MAR OCEANO DESCRITA POR ANTONIO DE HERRERA,
 (1559-1625) CORONISTA MAYOR DE SV MAGESTAD DE LAS INDIAS Y SU CORONISTA DE CASTILLA. Edición de 1601, MADRID EN LA EMPLENTA REAL. Biblioteca digital de Castilla y León.











El 29 de mayo de 1512 el rey Fernando había dispuesto una cédula en las Leyes de Burgos[1] en las que, entre otras cosas, establecía la doctrina jurídica para la Conquista de las Indias y que en lo que respecta a nuestro estudio del tambor decía: “… He acordado que en cada capitanía de 200 hombres haya catorce pagas dobles, en esta manera ocho cabos de encuadra y un alférez, un pífano y un atambor…”

Así pues, este grabado reconstruye la escena de esos músicos tocando en las cubiertas de los barcos del puerto de Sevilla para indicar que una expedición de la armada partía para las Indias o lo contrario, arribaba de las Indias, sonando los instrumentos justo antes del desembarque. Como vemos, estas músicas tenían un especial protagonismo en todo tipo de actos para dar solemnidad, o como se decía entonces batir la marcha y transmitir a la vez órdenes.


Muy interesante resulta también el artículo del académico de Bellas Artes de Granada, Juan Ruiz Jiménez, con el que nos ilustra sobre las prácticas musicales de los españoles que se embarcaban desde Sevilla a las Américas: 

https://www.historicalsoundscapes.com/en/evento/760/sevilla



 En efecto, trompetas, atabales, tamborinos o atambores desempeñaban un importante papel:  pregones buscando tripulación, toques en el momento de zarpar expediciones, arribes a tierra … las acciones siempre eran acompañadas con sones musicales. Así, una referencia a nuestro instrumento, el atambor, la podemos encontrar en un documento de 6 de diciembre de 1513 de la Casa de Contratación de Indias en Sevilla, (Archivo General de Indias, Panamá, 233, L.1, fol. 129v) en la que se contratan a 210 personas, entre ellos a 16 músicos, para la provincia de Castilla del Oro en el Norte de Colombia. Entre los músicos se encuentran dos atambores, Juan de Audinete y Miguel Bandaca, y un pífano, Martín Solanao, (amén de otros instrumentos, con sus instrumentistas, como trompetas, atabales, tamborino, gaita y arpa). Incluso se cita el nombre de un grumete:

Juan Portugués, grumete por veinte días [salario] que deriva en la carabela de que es maestre Pedro de Ledesma hasta que le sacó el gobernador [Pedro Dávila] para atambor por el sueldo e mantenimiento seiscientos y veinte maravedís”.

Los atambores desempeñaron un importante papel en la conquista de lo que se conocerá como el Reino de Nueva España (actual República de México,) entre 1517-21, tal y como podemos leer en el relato del Capitán de Cortés, llamado Bernal Díaz del Castillo intitulado Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, que empezó a circular manuscrito hacia 1560. En esa obra se cita incluso a uno de los atambores de Cortés:

 mandó Cortés tocar el atambor á Canillas, que ansí se llamaba nuestro atambor, y á Benito de Veguer, nuestro pífano, que tocase su tamborino”[2] .


En este caso, para Díaz del Castillo el atambor es e que toca el tamborino, esto demuestra que atambor y tamborino son intercambiables en el uso lingüístico.

Una especie de metonimia que cambia el nombre de lo que se toca (el atambor) por el que lo toca (el tamborino), son nombres intercambiables, tal y como hemos visto y demostrado en este artículo.


C
uadro anónimo de la caída de Tenochtitlan, detalle. Fuente: Wikipedia       











Más detalle sobre atambores sobre Cortés en la Conquista de México donde se citan atambores, obra de Agustín de Vetancurt (1698):



Fuente: Google Books.

 


















Redundando en las músicas llevada por los españoles a las Américas, otro interesante estudio es la de la venezolana Mariantonia Palacios, en el que nos habla de una misa cantada a la llegada a la ciudad de Coro (fundada por los españoles bajo el mando del alemán Nicolás Federmann en 1536) en la que se interpretó un Te Deum con el acompañamiento de atambores y de trompetas[3]:    

  

“Llegada a Coro (III0336). Fue recibido por Seissenhofer y por mi con una bien dispuesta parada de las gentes de a caballo y de a pie, a media milla de la ciudad de Coro, bajo una tienda de campaña, con una misa cantada y Te Deum Laudamus al son de tambores y trompetas pp. 168.


Citamos de nuevo la  Historia general de los hechos castellanos en las islas y tierra firme, de Antonio de Herrera y Tordesillas  

Podemos ver un atambor en la batalla de Cajamarca, 1536, para la toma de Cuzco:



Fuente. Biblioteca virtual Miguel de Cervantes.



En la reedición del libro de Herrera de 1720 tenemos más informaciones relevantes sobre atambores. [4]

Muy interesante es el uso también por parte de los Tlascaltecas de un instrumento de percusión tipo atambor, como podemos leer en el 

Capítulo XV: De la Religión, ritos, costumbres, usos , i leies de los Tlascaltecas:
"i luego con gran regocijo començaban la solemnidad, con Trompetas, Atambores, Bocinas i Caracolas"  Década II, libro VI, pp. 162 , año 1519.


De igual manera, Antonio de Herrera cita el episodio de 1520 de Cortés donde aparece el atambor Canillas cuando manda acometer a Narváez para cogerle preso y rendir su ejército:


"La orden que da Cortés para acometer a Narváez:
Mandó Cortés á Gonzalo de Sandoval, que con su Tropa se cncaminase a Narvácz, en que hico buena elección,  porque era Capitán muy arrifcado , i á las otras que les guardasen  los lados, para detener el socorro  que acudiese. Sandoval mandó al Atambor Canillas, que no tocase, hasta que se lo mándale, i le llevaba delante de si"  Década II, Libro X, capítulo III pp. 255.


Por último, el mexicano Manuel de Rivera nos habla sobre
ALVARO MANRIQUE DE ZUÑIGA. SEPTIMO VIRREY   El marqués de Villa-Manrique no se olvidó de enviar recursos á España, haciendo salir de Veracruz una ilota con mil ciento cincuenta y seis marcos de oro, mucha plata acuñada y otras varias preciosidades. Por ese tiempo, el pirata Cavendish apresaba una nave de comercio en las inmediaciones de California, y el corsario Drak, famoso por la toma de San Agustín de la Florida, asolaba nuestras costas del Pacificó, y daba motivo para que se llamaran las milicias y se dispusiera que las embarcaciones ancladas en Acapulco quedaran listas para salir á combate contra los ingleses, con lo cual se alteró la tranquilidad que hacía dos años gozaba la Nueva-España. Se puede decir que en esta época comenzó la celebridad de los piratas y corsarios en los mares de América, cuyos excesos tomaron tanto incremento después en tiempo de los “filibusteros.” Dispuso que de Guadalajara acudieran las tropas al auxilio de las costas del Sur, dio orden para que so aprontasen todas las embarcaciones que estaban detenidas en Acapulco, y levantó compañías de milicia á consecuencia de levas que mandó ejecutar”. [5] Pp. 62
Tal como pasaba en la península (ver artículo en este blog  El origen del tambor militar en España (III).  El Reino de Murcia a finales del siglo XV) las milicias de Nueva España usaban tambores y pífanos para su uso y transmisión de órdenes. Y es precisamente en México donde se  ha conservado un toque de ordenanza militar de tambores de estas antiguas milicias de Nueva- España, como veremos en un próximo artículo. 



(C) Antonio del Carmen López Martí


[1]  Ver Domingo, Rafael Las leyes de Burgos de 1512 y la doctrina jurídica de la conquista

 

[2]  DÍAZ DEL CASTILLO, Bernal: Historia verdadera de la conquista de la Nueva España Capítulo CXIX. Edición de 1632. Madrid, Emprenta del Reyno. Fotos: Wikipedia

[3] PALACIOS, Mariantonia: Noticias musicales de los cronistas de la Venezuela de los siglos XVI-XVIII. Fundación Vicente, Emilio Sojo, Fondo de Humanidades y Educación. Universidad central de Venezuela.

[4] HERRERA, Antonio,  Descripción de las indias occidentales. En Madrid, en la Oficina Real de Nicolás Rodríguez Franco.

[5] RIVERA, Manuel: Los gobernantes de México. Tomo I. Biblioteca de México, Imprenta Aguilar Ortiz

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