TAMBORES Y REDOBLES DE MARCHA: ESENCIALES EN LOS MOVIMIENTOS DE SOLDADOS
Sin duda, el TAMBOR fue esencial en la marcha y movimientos de los soldados durante el siglo XVI, tal y como sigue siéndolo hasta hoy en día.
Igualmente, sirvió para transmitir órdenes claras: los tambores eran en cuerpo de transmisiones de ese momento.
Vamos a demostrarlo con documentos del siglo XVI.
El tambor se usó para hacer marcar el paso a los soldados, tal y como encontramos en un libro excepcional, que narra y documenta exhaustivamente este marcar el paso. Fue escrito por Arbeau, la Orcheseographie[1]. En esta parte del libro se enseña a cómo ajustar el paso de marcha al ritmo de los redobles.
Nosotros llamamos redobles a estas fórmulas rítmicas de marcha, que los franceses llaman battement.
La fórmula rítmica básica francesa del battement (redoble de marcha) está formada con CINCO notas y tres silencios (emplean la figura blanca, y el silencio de blanca). Toda esta serie rítmica nos indica DOS pasos de Marcha. Es en realidad un doble paso de marcha, uno para cada pierna, como podemos leer:
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página 8 |
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página 9, (fragmento) |
“Esto es porque en la marcha de guerra el francés ha hecho servir al tambor para mantener la medida, según la cual los soldados deber marchar. Aunque la mayoría de los soldados no están muy bien adiestrados en ello, ni en todo el resto del arte militar, no por ello dejaré de escribir los modos.
La medida y el ritmo del tambor contiene ocho mínimas blancas, de las cuales las cinco primeras se golpean y se percuten, es decir, las cuatro primeras cada una con un golpe de la baqueta sola y la quinta con ambas baquetas juntas y las otras tres se sostienen [en silencio} y se mantienen, sin ser golpeadas.
Durante el sonido y compás de estas cinco blancas y tres silencios el soldado hace un paso, es decir, pasa y extiende sus dos piernas de manera que en la primera nota pone y asienta el pie izquierdo y durante las otras tres notas levanta el pie derecho, para ponerse y asentarse en la quinta nota y durante los tres silencios que equivalgan a tres notas, levanta el pie izquierdo para comenzar otro paso como antes: Y así por consiguiente mientras dura el camino de manera que en dos mil quinientos toques del tambor camina el soldado la longitud de una legua....” [Ver vídeo]
Si eres diestro, el redoble se inicia golpeando el parche con el palillo de mano izquierda y se termina golpeando con ambos palillos. Esto se explica porque el origen de este redoble simple estaba en el ejército, donde siempre se empezaba por el pie izquierdo al ser la mayoría de los soldados diestros:
Se empleaba para marcar el paso y debía ser muy regular en la frecuencia o cadencia, ya que también se empleaba este redoble para MEDIR PASOS Y ESTABLECER LA DISTANCIA DE MARCHA, tal y como acabamos de leer: En dos mil quinientos toques de tambor, el soldado caminaba una legua (aprox. 4. 830 metros de hoy), esto es, cada compás de la partitura abarcaba 2 metros aproximadamente (esta medida se llama Toesa francesa)
Una vez establecido el hecho de marcar el paso con el redoble del tambor y medir distancias, veamos en qué consiste musicalmente el redoble (o battement).
Este redoble coincide con la extensión de dos pasos. En caso de Arbeau, el redoble está formado por cinco NOTAS y tres silencios.
Durante esa cadencia, se marcan dos pasos con redoble de tambor y otros dos en silencio, como en el vídeo de arriba.
Sin embargo, los tambores podían meter más notas en esa secuencia básica de cinco golpes, tal y como recogen las partituras e indicaciones del propio Arbeau, que nos muestra cómo era la práctica del redoble a finales del siglo XVI en el ejército.
De hecho, Arbeau nos enseña las partituras de hasta 52 variaciones o Diferencias, para usar la terminología musical del siglo XVI, en la manera de hacer redobles sobre ese ritmo madre de cinco notas y tres silencios (figuras blancas y silencios de blanca, recordemos).
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Página 9. Podemos ver las primeras cuatro variaciones o diferencias sobre el redoble básico; en las siguientes hay muchas más Variaciones o Diferencias. |
Evidentemente, marchar largo tiempo con un único redoble de marcha no debía ser del gusto de los soldados, que además de hacer estas variaciones rítmicas, gustaban de añadir un instrumento melódico: el pífano. Este improvisaba melodías de todo tipo sobre los redobles de marcha de los ejércitos, como también nos dice Arbeau, que nos escribe algunas partituras para saber cómo se empleaban estos pífanos:
“Llamamos pífano a una flauta pequeña y hueca con dos agujeros, con la que tocan los alemanes y los suizos. Al estar perforada firmemente con el injerto de una bala de cañón, produce un sonido agudo. Algunos usan, en lugar de pífano, un flajol [flauta de pico] y una flauta llamada arigot, que, según su tamaño, tiene más o menos agujeros. Los mejores tienen cuatro agujeros delante y dos detrás, y su sonido es muy impactante. Podrían llamarse pequeños pífanos, porque se fabricaron originalmente con pífanos y patas de grullas.
Los tamborileros y pífanos contratados reciben el nombre de sus instrumentos, y decimos que uno es el tambor y el otro el pífano de algún capitán... Quienes los tocan [pífanos, fajol, Arigot] lo hacen a voluntad, y les basta con ir al compás del sonido del tambor, sin embargo leemos que el tono frigio, que los músicos llaman el tercer tono, incita naturalmente la ira, y de él nacieron los lidios que iban a la guerra.." Paginas 17v y 18r
"...porque [como se
presupone], al ser la mayoría de los soldados diestros y marchar primero con el
izquierdo, si algunos empezaban con el derecho y terminaban con el izquierdo,
se lastimaban los hombros al calzar y se obstaculizaban, ya que tomamos el
hombro del lado del pie de la posición del pie. Por lo tanto, si un soldado
comenzara con el pie izquierdo, su hombro se iría a la izquierda, y el hombro
del que comenzó con el derecho se iría a la derecha, chocando. Esto no se logra
con marchas similares y con el mismo pie, donde los hombros van de un lado a
otro sin chocar ni obstaculizarse, lo cual se experimenta fácilmente al caminar
con alguien. Por eso el tambor a veces hace una serie de golpes consecutivos,
de modo que si hay confusión por transmutación de marchas, los soldados pueden
repararla, y todos regresan fácilmente al paso izquierdo después de haber
escuchado el resto del silencio respiración o tres silencios. Y esto ayudará
enormemente a las evoluciones.
¿Qué significa evolución?
No es nuestra
intención tratar aquí el arte de la guerra: si quieren saber que es evolución,
consulten el libro que Eliano escribió al emperador Adriano. Solo les diré que,
además de las marchas, saltaciones y danzas bélicas mencionadas, el tambor
utiliza una serie de golpes más ligeros, combinados con pequeñas notas mínimas
negras intercaladas con golpes de baquetas toscas, que suenan como disparos de
arcabuces cuando los soldados se acercan al enemigo. Y cuando quieren unirse
contra el batallón enemigo, los soldados se aprietan unos contra otros, como si
fueran de una pieza, y deponen sus picas y sarisas, formando una muralla muy
densa, difícil de forzar y romper.
Mientras tanto, el tambor toca dos mínimas negras continuas, que son el compás binario ligero, con el pie que los poetas llaman Pirrichie, y avanza, manteniendo siempre el pie izquierdo al frente, y se colocan sobre la primera nota de la Pirrichie. Y en la segunda nota de dicha Pirrichie, se colocan sobre el último pie derecho, y cerca del susodicho pie izquierdo, como para usarlo como arbotante. Y así, saltadores y bailarines, comienzan la lucha, como si el tambor significara DENTRO [BOTE en Español]"
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páginas 17r, 18v |
De igual manera, aborda el redoble de marcha de los suizos, que como ya hemos dicho en este Blog son los que trajeron el tambor y los toques a franceses y españoles a finales del siglo XV. Lo veremos en otra entrada.
[1] Este libro es un diálogo entre Capriol y el Maestro Arbeau, el cual enseña a su alumno cómo tocar el tambor y qué uso se hace de él en la guerra y en la danza. En realidad, sustrayéndonos a la mentalidad del Renacimiento, podemos entender este tratado como una coreografía de movimientos, militares, y de danzas populares y cortesanas, en torno al ritmo del tambor. ¡Qué mejor que partir de este instrumento para enseñar estas coreografías de guerra y baile!